El sábado 20 de mayo, 57 personas hemos ido de romería a la Virgen de Sonsoles en Avila. Al final tres personas no pudieron venir, de las 60 que estaban anotadas. Es uno de los años que más personas han asistido, mayores y también jóvenes. Salimos a las 9,15 y llegamos a Sonsoles a las 10,45 h. En el trayecto rezamos la primera parte del Rosario; como había tiempo aprovechamos para algunos textos que ayudaran a contemplar los misterios: concretamente los comentarios de San Josemaría en su libro de El Santo Rosario.
Luego aprovechamos para dar alguna información sobre el Santuario.
La Ermita
Es de mampostería, de piedra granítica, pedernal y ladrillo. La construcción está conformada por tres naves, en el altar mayor –donde se encuentra la imagen de Sonsoles– se levanta una bóveda de crucería. El edificio es de estilo barroco, aunque debido a las diferentes reformas y reconstrucciones encontramos elementos góticos como la citada cúpula.
La actual ermita de Nuestra Señora de Sonsoles es obra de Martín de Solózano, quién durante el siglo XV recibió el encargo de la Cofradía de Sonsoles para demoler el edificio anterior. La construcción primitiva se erigió después de la reconquista de Ávila por el rey Alfonso VI de Castilla en 1083. Por el paso del tiempo, presentaba un importante deterioro y se decidió volver a edificar.
La imagen de nuestra Señora de Sonsoles fue creada y escondida antes de la invasión musulmana, se descubrió en el siglo XI y ya en el siglo XIII consiguió una veneración notable en la zona. Según los estatutos de la época, la imagen fue entregada y protegida por María Dávila, perteneciente a la familia de los Marqueses de la Navas y esposa del tesorero de los Reyes Católicos, Fernando Núñez de Arnalt.
La ermita de Nuestra Señora de Sonsoles goza de reconocimiento entre personalidades ilustres de España. La patrona de la ciudad, Santa Teresa de Jesús, acudió al Santuario desde edad temprana y en su madurez, fundada ya la Orden de los Carmelitas descalzos, continuó asistiendo con recurrencia.
Aquí rezó también a la Virgen San Josemaría, el 12 de mayo de 1935, acompañando a un joven arquitecto, como puede verse en el relieve de bronce que hay en la pared derecha de la nave.
Según la tradición popular, el nombre de Sonsoles se remonta al momento en el que la Virgen se apareció a un grupo de pastores. Se les manifestó envuelta en un resplandor de luz por lo que exclamaron “¡Son soles!, ¡son soles!”, expresión de la que derivaría el nombre.
Por el contrario, otra versión considera que el nombre puede deberse a que en 1080, por aquel lugar, pasó la comitiva que trasladaba el cuerpo de San Zoles (San Zoilo) hasta Carrión, para protegerlo de la invasión musulmana. El cuerpo quedó protegido algunos días bajo el techo de la ermita a la que los ciudadanos comenzaron a denominar “ermita de la Virgen de San Zoles”.
Santa Misa y Rosario
A las 11 h comenzamos el Rosario y a continuación la Santa Misa. En la homilía D. Juan habló del amor a la Virgen, de la necesidad de imitarla en poner todo su ser al servicio de los planes de Dios, como tenemos que hacer cada uno de nosotros. Y entre otras cosas, de la devoción al Santo Rosario. Recordó también acudir a la intercesión de los santos, de rezarle al Caballero de Gracia y pedir por su proceso de beatificación.
Paseo por Ávila
Después de comer en un restaurante cercano, tuvimos un par de horas para dar un paseo por Avila. Vimos la catedral y otros edificios singulares de la ciudad, aunque por fuera porque estaban cerrados. Algunos aprovecharon para hacer un rato de oración en la iglesia de la casa natal de Santa Teresa, que estaba abierta.
A las 5,30 regresábamos a Madrid, rezando la tercera parte del Rosario en el autobús, y a las 7 estábamos ya en Cibeles. Gracias a Dios y a la Virgen, todo salió bien.