El viernes 18 de enero hemos tenido un «Encuentro de Matrimonios Jóvenes» que ha consistido en un rato de oración predicada de D. Juan Moya y después una charla impartida por el matrimonio José María Melle y su esposa Esther Bermejo, seguida de un animado coloquio. El tema de la predicación fue reflexionar sobre el fundamento de la vida del cristiano;
si lo vivimos bien tanto ha de influir en todos los ámbitos de nuestra vida y por tanto en el matrimonio. El fundamento es nuestra condición de hijos de Dios. “Descubrir” el amor con el que Dios nos ama es el mejor modo de desear corresponder, aunque siempre nos quedemos cortos. Y tratarle con la confianza de un hijo nos llena de alegría, de confianza y de seguridad ante cualquier circunstancia que pueda presentarse. A la vez favorece el trato con los demás, a los que vemos como hermanos; con más motivo aún
en el ámbito de la propia familia. Facilita la delicadeza, el espíritu de servicio, la amabilidad, el interés real por todo lo que se refiere a los
demás, la disponibilidad, etc.
La charla fue sobre la importancia de la humildad en el trato con los demás. José María y Esther, bien compenetrados, fueron exponiendo múltiples aspectos de esta virtud básica: su naturaleza, en qué consiste realmente,
para no confundirla con apocamiento, inhibiciones, dejación de derechos. Por el contrario, la humildad se apoya en ser conscientes de nuestra condición de hijos de Dios, del que en último término hemos recibido todas las cualidades buenas que poseamos, y nuestra actitud ha de ser la de agradecerlo y a la vez reconocer nuestros errores y fallos para tratar de rectificar. Fue una exposición clara, profunda y a la vez práctica que resultó muy atractiva e interesante a los asistentes. Al terminar hubo un
animado coloquio, con bastantes intervenciones. Algunos padres trajeron a sus hijos pequeños.
Dios mediante en febrero tendremos la siguiente sesión, que en principio será también el tercer viernes: el día 15, a las 19,30 h.