El lunes 25 de noviembre tuvimos el privilegio de recibir, en el Real Oratorio del Caballero de Gracia, al Sr. Embajador del Reino de los Países Bajos, Roel Nieuwenkamp, a la Sra. Esther van Heesen, su esposa, y a la Sra. Hannah Schildt, responsable de Cultura de la embajada, interesados en conocer el órgano barroco neerlandés del Oratorio.

Tras una breve explicación sobre el propio templo por Esteban Ortega (organista titular del Oratorio) y Víctor Perea (organista titular de la iglesia de la Santa Cruz), Carlos Bollo (organista titular de la Catedral de León) ofreció un pequeño recital con una partita coral improvisada sobre el Himno Nacional del Reino de los Países Bajos.

A continuación, les acompañamos al coro para enseñarles el órgano de cerca y por dentro, así como el funcionamiento del mismo e información sobre su historia desde que Albertus Van Gruisen lo construyera en 1790. Al terminar les saludó el Rector del Oratorio, don Juan Moya, dándoles una sucinta referencia histórica de Jacobo Gratij, el Caballero de Gracia, fundador a finales del siglo XVI de la Asociación Eucarística que lleva su nombre.

Finalmente, en la sala de conferencias anexa a la iglesia, se reunieron los tres organistas junto con los representantes de la embajada neerlandesa para explicarles el proyecto que tenemos para realizar un ciclo de conciertos, Visita de Honor en el Real Oratorio 25 de noviembre de 2024 un intercambio con estudiantes y profesores de órgano neerlandeses e introducir algunas mejoras en el órgano que lo acercarían más a su concepción barroca original tras los diversos cambios que ha sufrido desde la reforma de 1861. Ante el especial interés de la Sra. Schildt y del Sr. Nieuwenkamp en lo relativo el uso del órgano, los organistas incidieron en la necesaria profesionalización de las capillas musicales de las iglesias españolas tomando como modelo a los Países Bajos, una nación pionera en la protección patrimonial de los instrumentos históricos y en el inmejorable cuidado y respeto de la música y de los músicos.

Agradecemos la amabilidad y cercanía de nuestros invitados y no nos queda sino una enorme satisfacción y orgullo de haber podido recibirlos. Disculpamos la ausencia de don José Luis Arranz, Presidente de la Asociación Eucarística, quien, por motivos ajenos a su voluntad, no pudo estar presente.